¡Que se vayan todos!
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oda una forma de practicar y pensar
la política y lo colectivo, está en crisis y no merece sobrevivir.
El 19 y 20
de diciembre de 2001, el pueblo argentino dijo ¡BASTA!
Durante 25
años hemos asistido a la aplicación de los planes económicos dictados por el
Fondo Monetario Internacional, implantados sangrientamente en 1976 por la dictadura
militar y continuados luego por gobiernos que traicionaron el mandato popular.
Finalmente
quedó en evidencia que la lógica de endeudamiento – ajuste – endeudamiento,
sirvió exclusivamente para concentrar la
riqueza en un puñado de grupos económicos, y para pagar a sus cómplices en los
distintos Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial.). Lejos de
haber producido algún beneficio, esa política ha dejado un tendal de muerte,
miseria, y desocupación, que compromete al límite nuestra existencia como
pueblo libre. Este círculo vicioso debe ser detenido.
I. Por
qué surge la Asamblea
Las asambleas barriales
surgieron en forma espontánea. No fueron producto de los planes o cavilaciones
de ningún líder ni partido. Las asambleas fueron la forma que tomó esa necesidad
de comenzar a reflexionar acerca de qué
queremos hacer y cómo queremos vivir.
La creencia en una
democracia absolutamente delegativa y no participativa, nos permitió durante
mucho tiempo "quedarnos tranquilos" sabiendo que alguien se ocupaba
de decidir TODO por nosotros.
Hoy sabemos
que todas las formas de representatividad que tuvimos, no fueron aptas para
defendernos de la voracidad del capital
nacional y extranjero y debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad ante la
pasividad o la falta de organización para enfrentarlas.
Y esa
decadencia de absolutamente todas las instituciones que teníamos como
sociedad, implica que las mismas deben
ser refundadas, y todos los conceptos y modalidades de acción, revisadas. Esto
vale para todos: partidos, gremios, federaciones empresarias, escuelas,
hospitales, congregaciones religiosas, colegios profesionales, clubes,
universidades, consorcios, uniones vecinales, fuerzas de seguridad; etc, etc.
El ¡Que se
vayan todos! implica incluso deshacernos nosotros mismos de las formas de ser y
de pensar "que se tienen que ir".
Por este
motivo, resulta imprescindible generar formas alternativas de participación y
control de las políticas de estado, que garanticen la construcción de un nuevo
modelo de país, ya que el ajuste y la opresión no tienen más límite que el que
les ponga el oprimido.
Debemos
reconstruír la idea de la solidaridad. No existen posibilidades de salvación
individual o grupal en medio del sistema de miseria planificada y genocidio en
el que estamos inmersos. Todo acto de represión, intimidación, censura, etc.,
ejercido contra cualquier compatriota, en cualquier punto del país, es una
agresión contra todos nosotros que debe denunciarse y enfrentarse.
II. Qué
es la Asamblea
Nuestra Asamblea pretende ser un
ámbito pluralista de debate y deliberación, abierto a todos los vecinos del barrio
y desde donde los propios vecinos podamos intentar resolver los innumerables
problemas que nos aquejan cotidianamente.
Las asambleas deben constituír un
nuevo actor social, con permanencia en el tiempo, que analiza la realidad comunitaria
contínuamente, trabaja en proyectos solidarios de mejora barrial, y realiza el seguimiento
y control de las políticas públicas. En función de ello realiza planteos y formula propuestas,
expresando la opinión vecinal e impidiendo así que el funcionario “haga lo
que quiera” sin control, durante el período
que media entre dos elecciones.
Su principal asiento es el barrio, y
desde allí proyecta su actividad a la ciudad, el país y el mundo.
Es una organización democrática de
base, que compila información, discute
proyectos, y ejecuta tareas concretas.
III. Cuáles
son sus objetivos
El objetivo primordial de nuestro accionar
debe ser construír poder popular (o contrapoder, o poder civil), y esto solo lo
conseguiremos dando respuestas concretas a las necesidades concretas de la
gente.
Tenemos que contribuír a la unidad de
todos los movimientos populares que van en esa dirección, buscando coincidencias
y realizando actividades conjuntas.
Consideramos que las Asambleas deben
extenderse por todo el país y su existencia y funcionamiento ser solidariamente
defendidos por todos. La experiencia de la Coordinadora Interbarrial
de Parque Centenario, debe ser sostenida y profundizada.
Asimismo debemos avanzar
en la conformación de un programa político mínimo de todas las asambleas, a fin
de dotar al movimiento de una plataforma política positiva sobre la cual movilizarnos.
IV. Cómo
trabaja
Consideramos que la Asamblea debe funcionar
conforme a los métodos de la democracia de base: el derecho de todos sus integrantes
a exponer sus ideas, el respeto a las minorías, el intercambio abierto de
posiciones y el debate ordenado de las mismas deben ser, siempre, nuestros
metodos de funcionamiento.
Ø Toda idea o
propuesta puede ser analizada y debatida, sin dogmas ni preconceptos inamovibles.
Se debe preservar el pluralismo, la tolerancia, la democracia interna y la capacidad
de autocrítica.
Ø Se debe intentar operar
con la menor cantidad de supuestos que sea posible, explicitando la argumentación
de cada concepto que se vuelque.
Ø El debate, la búsqueda de
consenso, la delimitación de posiciones, deben estar orientados a la acción concreta.
Ø Se distinguen dos niveles
de acciones. Las que inciden directamente a nivel barrial, y las de cambio
estructural a nivel provincial y nacional.
Ø Se
participa de la asamblea para aportar ideas y propuestas, no para servirse de
ella. Quien no la respeta como ámbito de procesamiento y reflexión, la
empobrece.
Ø Se debe
buscar la articulación de redes con todas las organizaciones afines: ONGs, asociaciones
civiles, de derechos humanos, de protección al consumidor, gremios, grupos
ecologistas, clubes del trueque, asociaciones profesionales, Centros de
Estudiantes, etc.
Ø Las decisiones
tomadas por cada asamblea tienen carácter soberano.
Ø Tiene que
existir coordinación y solidaridad con el resto de las Asambleas y organizaciones
afines.
Ø Se deben
coordinar proyectos y acciones mancomunadamente con todas las organizaciones y
movimientos populares: piqueteros, gremios, centrales de trabajadores, centros
de estudiantes, etc.
Sergio, Asamblea Villa Crespo
3-abr-2002